Este cuento va dedicado a todas las personas que buscan o les llega algo especial en sus viajes
Algunas personas se dedican a viajar...
Unos prefieren estar en un lugar establecido, gastarse el dinero planeado y después volver, mientras otros prefieren salir de sus casas sin saber lo que les vaya a deparar el destino. Algunos parten buscando algo y otros buscando parten. Algunos de ellos son viajeros escritores, otros escritores viajeros. Sin embargo, los expertos en semántica y pragmática, bien saben que esos quiasmos definidos anteriormente, no son lo mismo ni tienen el mismo significado como piensa la mayoría de la gente, debido a que cuando el orden de una frase se invierte y cambia su sentido, el mensaje cambia. Al igual que los sinónimos que, como el protagonista de esta historia solía pensar “casa y hogar significaban lo mismo”, ignorando, la enorme diferencia que existe entre cada uno de ellos. Algunas historias tienen el desarrollo de su desenlace en el lugar menos esperado… La historia parte así
Caminó a pasos cansinos. Cargando su pesada mochila al hombro junto a numerosos días de amargos despertares. Se paró al borde de la carretera y levantó el dedo gordo señalando el camino.
El sol lentamente se fue escondiendo entremedio de las enormes montañas de la sierra, proyectando suaves colores iridiscentes sobre el valle
Pasó el tiempo… las horas, el cielo se fue oscureciendo hasta que cayó la noche. Los autos se desplazaban fugaces enfrente de el, cómo pequeños puntos luminosos que pasaban a gran velocidad hasta desaparecer, dejándolo todo oscuro. Por un momento decidió en desertar, pero las ansiosas ganas que tenía por llegar al lugar lo hicieron seguir probando suerte. Durante un largo rato, al paso de algunas horas, en el fondo de la oscuridad de la noche, vio que se iba acercando un auto, disminuyendo paulatinamente su velocidad. Cuando se acercó, la luz lo encandiló, sumiéndolo en la ceguera por breves segundos. El auto fue frenando hasta quedar unos siete metros delante de él. Paró. El conductor miró por el espejo retrovisor y vio a un sobreexcitado joven corriendo hacia él. Bajó la ventana con el motor encendido.
-Hola, ¿Para donde vas?
-Voy hacia dos pueblos más allá. Está a unos 100 km me parece.
El conductor lo miró inquisitivamente por un par de segundos y luego agregó
-Está bien, súbete, te puedo llevar mas alla.
El joven, contentísimo, dejó su equipaje en el asiento trasero y con gran energía-que se recarga como pila recargable cuando vuelven las esperanzas- se sentó en el asiento del copiloto.
Sacó el neutro. Colocó primera mirando hacia atrás por si venía algo y partieron.
-¿Hace cuanto tiempo estas viajando?
- Llevo como un mes lejos de mi hogar y este lugar al que voy, es lo que me tiene mas motivado llegar…
El conductor lo quedó mirando, dibujando en el rostro el esbozo a una pregunta que prefirió guardar
-¿Y que haces?
-Estudio literatura, estoy en segundo año y estoy escribiendo una novela mientras hago este viaje. Llevo un par de páginas escritas, pero hace tiempo que no escribo nada. Tú sabes, el típico periodo de crisis del escritor. El bloqueo.
El joven miró hacia delante y observó la carretera como una prolongada pista infinita.
- ¿Eres un escritor viajero o un viajero escritor?- preguntaba con voz profunda el conductor
- Ehhhhh, no sé, para mi es lo mismo
Silencio, el conductor esperó a que agregara otra frase pero el joven se quedó callado.
La inmensidad de la noche se reflejaba solemne desde la ventana. El cielo estaba repleto de estrellas. Los cuerpos celestes iluminaban la ruta. El joven se puso a pensar en una frase que escuchó en uno de los lugares que había visitado, “Como es arriba, es abajo” El cielo y las estrellas no son solo un adorno de trillones de kilómetros de distancia…
Para romper el silencio el conductor agregó
-¿Y tiene algún propósito este viaje o solo saliste a divertirte y pasarlo bien?
El joven miró hacia delante, pensando en la pregunta
- Si, o sea es raro, por que al salir de mi hogar- Esa palabra afligía al conductor- Salí en busca de aventuras, como que salí- dijo rascándose la pera, pensando en la frase que pudiera explicar perfectamente lo que sentía- como que salí, buscando algo, partí buscando y lo que en un momento pensaba que iba a ser conocer distintos lugares, a gente buena onda y fiestas y todo eso, se fue poco a poco transformando en algo distinto que no se bien como explicar…
Frustrado al concebir que no explicó bien lo que sentía. Agregó
- Estas vacaciones han sido distintas. Antes solía curarme todas las noches con mis amigos y el plan era salir en busca de mujeres y todo eso. ¿Me entiendes?. Era salir a buscar minas que les gustara el hueveo, que buscaran placer, satisfacerse, pasarlo bien. Ahora, como que de alguna u otra forma eso no se ha dado y me siento distinto. Sé que algo cambió pero no se bien como explicarlo…
- Si, te entiendo... Estas cambiando. Ese tu de antes ya no tiene los mismos intereses. Igual tienes que saber que hay distintos tipos de viajes y que ninguno es mejor que el otro, solo depende de lo que estés buscando
- Claro, si sé. Igual me parece extraño por que todo esto se fue dando sólo, sin yo buscarlo ni nada, como que la vida de un momento a otro, me quisiese cambiar, sin yo tener la voluntad para ir decidiendo por mi mismo.
- Hay muchas cosas que se nos escapan de las manos- dijo seriamente el conductor, como si estuviera diciendo algo importante.
- ¿Que? ¿Qué cosa?... ahhh si, es cierto y bastante extraño. O sea es extraño por que antes de este viaje encontraba que eso era completamente imposible y que todo dependía del ser humano y que toda creencia en algo superior a nosotros era algo ridículo e infantil… Ahora es distinto, completamente distinto-hizo una pausa de una par de segundos y dijo- Como que siento que estoy un paso adelantado en el tiempo, como que estoy viviendo en el futuro sin estar ahí espacialmente, me entiendes, haber es complicado de explicar- dijo confuso- es como cuando estas en un lugar, estas sentado enfrente de tu copete y estas tomando y sientes que te baja por la garganta, sientes ese espesor caliente que te va quemando y miras a tus amigos y los ves ahí sentados, pero ni ellos, ni tu están en el lugar. Uno piensa que va a hacer después, al igual que ellos y no es solo en esa ocasión, si no que lo terrible creo, no sé, es que esta situación se va repitiendo continuamente lo que me lleva a concluir que vivimos a un paso adelantado del tiempo por lo cual no somos muchas veces conciente de lo que ocurre a nuestro alrededor, entonces derepente pienso y pienso y me doy miles de vueltas en la cabeza y digo como mierda se puede encontrar ese algo, ese algo que uno esta buscando si es que todo lo que sucede alrededor, en un momento, no es absorbido o concientizado como que ocurre después o algo así, ¿me entiendes?
El conductor, manteniendo el auto en línea recta, se quedó observando al joven, algo le suscitaba su presencia. Trato de acordarse… vagó un rato por recuerdos inocuos hasta que poco a poco se le fue aclarando la imagen en su memoria.
-¿Sabes que?, tu me acuerdas a alguien. A un amigo, el eterno buscador, que se paseaba de lugar en lugar y cuando llegaba a uno ya pensaba en que haría después. Era como si estuviera viviendo el futuro en el presente no aprovechando todo lo maravilloso que le entregaba el momento. Y el, cómo tu, también andaba en una búsqueda, sin embargo, tarde se dio cuenta, que estaba buscando en el lugar equivocado….
Las palabras del conductor resonaron fuertemente en el interior del joven, removiendo con un extraño escalofrío todo su ser.
Los dos se quedaron callados por un rato, mirando hacia el parabrisas y la pista que se consumía
- ¿Y como vas con tu novela, de que se trata?
-Es una especie de autobiografía, trata sobre mi experiencia viajando, las cosas que he ido aprendiendo y todo eso. Igual tengo varias páginas anotadas pero solo en forma de borrador, voy recorriendo lugares y voy anotando, tratando de concientizar lo que va sucediendo en el momento… Igual de a poco se fue como armando y al principio fue fluyendo bastante pero ahora, como te conté anteriormente, estoy bloqueado, no se que escribir, no se como continuar, no sé como ir desarrollando la historia ni de que se va a tratar- después agregó-La novela que quiero hacer es una especie de autobiografía, como uno de mis libros preferidos que es del mismo estilo y toca un tema super interesante: El tiempo-su voz sonó a misticidad-. De hecho, muchas veces que se habla de ese tema, aparece escrita la palabra, tiempo, en mayúsculas, denotando una superioridad semántica y ortográfica frente a las demás letras que aparecen en minúscula.
- Claro, claro. Existen diferencias abismales entre dos cosas que parecen ser lo mismo.
El sol fue saliendo detrás del monte. Estaba amaneciendo
Silencio
- Es como los propósitos de un viaje dichos en un orden y luego invirtiéndolos… ¿Sabes lo que es un Quiasmo?
-Si, pero no muy bien…
-Es eso que te acabo de decir, es una figura de dicción que presenta en ordenes inversos los miembros de dos secuencias. Yo creo que dentro de ellos se pueden encontrar un montón de entidades esenciales para la vida.
El joven, sorprendido, no podía creer lo que estaba escuchando. Las coincidencias si se le pueden llamar de esa forma o causalidades -como alguien me lo dijo una vez-debido a la afinidad que ambos tenían sobre la búsqueda, cada vez lo sorprendían más
- Y no solo están los quiasmos que muchas veces pasan desapercibidos por la gran mayoría de la gente, si no que también están los sinónimos, que del mismo modo, la gran mayoría cree que significan lo mismo, siendo que en su definición, la sutileza de una palabra distinta puede cambiar todo su significado- el joven prestaba completa atención a cada palabra que recitaba el conductor como si estuviera recibiendo un mensaje iluminado.
Un letrero de destinos distintos se presentaba ominoso en la lejanía de la carretera. A medida que el auto avanzaba cada vez se veía mas cerca.
- Por ejemplo- agregó el conductor no es lo mismo partir buscando que buscar partiendo como tampoco es lo mismo- fue frenando, corriéndose de la pista, estacionándose lentamente en un rincón de la carretera- la diferencia entre casa y hogar…
Un gran silencio escalofriante recorrió toda la cabina del auto. El joven sintió una extraña sensación revolver todo su cuerpo
- Hasta aquí te puedo dejar, el resto del camino lo tendrás que ir haciendo tu solo. Apuntó al letrero que estaba a un par de metros enfrente del auto y le dijo- yo sigo hacia ese destino- le mostró la bifurcación de la pista, luego lo miró profundamente a los ojos y le deseó un buen viaje.
El joven se bajó del auto, sacó su mochila de atrás y antes que el auto partiera, el conductor le dijo
-Eso que tú buscas está en el lugar que menos conoces, mucho más cerca de lo que crees- Puso la mano en el pasa cambios y agregó- El tiempo no es tan importante, la base esta en el espacio, el lugar- colocó su pie sobre el acelerador y partió, expeliendo una diáfana nube de humo que fue menguando hasta desvanecerse.
Se quedó estático viendo como el auto se alejaba y tomaba un rumbo distinto, desapareciendo de su vista, colándose entremedio de las nubes que proyectaban los primeros rayos del sol, que iluminaban la figura del auto como con luces divinas. Hasta ese entonces, ese había sido el único amanecer que había disfrutado a lo largo de su viaje. Se quedó pensando por un largo rato y su memoria lentamente fue ubicándose en el quiasmo y el sinónimo que le había comentado el enigmático conductor. Para que no se le olvidase, sacó rápidamente un cuaderno de su mochila y anotó como hace tanto tiempo no lo hacía.
“No es lo mismo, partir buscando que buscar partiendo= Quiasmo. Tampoco es lo mismo casa y hogar= sinónimo”
El joven, miró hacia los confines del valle resplandeciente. Algo le sugerían esos evanescentes rayos del amanecer. Una especie de despertar, de luz y claridad después de la inconciencia de la noche.
Un día después, llegó al pueblo, al lugar que tanto anhelaba desde un principio. Desde que partió su viaje tenia planeado llegar hasta allá… Sin saber por que, había algo en ese lugar en especial que atraía toda su atención. Cuando llegó, el primer día, se sintió bastante contento, esa era su meta, todo el viaje para el, armaba su sentido ahí. Pasaron los segundos, los minutos, las horas, los días y poco a poco se fue dando cuenta que ese lugar no era lo que esperaba…
Por la tarde fue a la arbolada plaza del centro y se sentó en una de las bancas a contemplar la vida. Su mente se fue manifestando…vinieron a su memoria los recuerdos... La mente, fue corriendo, mostrando imagen tras imagen. Volvió a la realidad, la plaza estaba intacta, el kiosco de enfrente era atendido por el mismo vendedor. Una niña de unos 10 años de edad, saboreaba gustosa su helado de barquillo. Le dio hambre, pensó en pararse e ir a comprar algo, pero no tenía plata. Pensó en pedir plata. Pero se imaginó a el, como un por diosero, un vagabundo, persuadiendo a la demás gente y se rehúso. Un grupo de jóvenes, pasó por delante de el, caminando apresuradamente, caminando, hacia un lugar, con rapidez, se veían afligidos por llegar . Pensó por que tanta prisa, por que andan tan apurados. Su mente sola fue corriendo descifrando poco a poco todos los pensamientos que le surgían en el momento. Se fue agitando, como una lavadora, girando y girando como fuerza centrifuga de adentro hacia fuera, invirtió el orden, de afuera para adentro. Recordó la inquietante conversación que tuvo con el enigmático conductor, trató de recordar con precisión que fue exactamente lo que le había dicho, se sentía como si estuviera resolviendo algo esencial. Veía su barba corta, su mentón, su nariz de loro, su boca estirada, distendida, sus ojos profundos de grandes portales a otra dimensión, a una dimensión paralela, distinta a la de su realidad y la calma con la que le hablaba su voz, como si le hablara desde dentro. Fue imaginándose el hombre y poco a poco se ambientó en la cabina, recordó lo brillante que se veían las estrellas y el silencio en que quedaba el auto cuando ninguno tenía nada que decir. Recordó la mirada de él, profunda, diciéndole el tiempo no existe. "Pero ¿como no existe el tiempo?, si todo lo que hacemos, o como avanzamos es cosa del tiempo". Estaba confundido, se iba complicando cada vez más el puzzle. Fue pensando en el tiempo, movió su mano hacia arriba, luego hacia abajo, quien asegura que la realidad esta dotada de espacio y tiempo, pensó. “El conductor me dijo que el tiempo no existe y algo me dice que me estaba diciendo completamente la verdad" Las cosas se movían, el también se movía, el tiempo no existe se dijo, pensó en que pasaría si se abolieran las posibilidades de la presencia del tiempo, viviríamos en lo infinito se dijo. Pensó en los números positivos y negativos, aquella dilucidación se le vino una tarde que pensó sobre el tiempo. Fue indagando en los números positivos y negativos. Se dijo asi mismo "Si existen los números positivos quiere decir que estamos en avance, que los cuerpos se mueven, pero calma, se dijo, existen los números negativos que hacen que las cosas retrocedan, entonces si existe el infinito positivo...". Su mente fue proyectando rayos eléctricos, provocando sinapsis cada vez mas poderosas, " También existe el infinito negativo". Sintió una sensación iluminadora y concluyó que el tiempo es sólo un cronometro. Miró hacia el frente y vió a todas las personas de la plaza. Unos conversaban expresivamente sobre algo, otras más románticas, se tomaban de la mano, mirándose a los ojos, prometiéndose amor eterno. Amor eterno se dijo. Sacó su cuaderno de la mochila y anotó, en una pagina, "amor eterno, no hay tiempo, el amor supera el tiempo…."
Llegó a esa conclusión y sintió que todo se le iba aclarando, todo ese torbellino, esa vorágine de pensamientos poco a poco se fue alineando como la conexion de las estrellas. Como cuando ocurre en las obras literarias el preciado momento de la anagnórisis. El tiempo no existe, concluyó, “Es solo un cronometro, el amor es eterno, busco amor, el tiempo no resuelve mis problemas”. Se rascó la cabeza como cuando uno trata de salirse de su mente y conectarse con el espacio y fue viendo poco a poco todo mas claro, antes que decidiera pararse, se acordó que paginas mas atrás había anotado algo, retrocedió las paginas y vio escrito en letras desordenadas
“No es lo mismo partir buscando que buscar partiendo= Quiasmo. Tampoco es lo mismo casa y hogar= sinónimo”
La gente en la plaza, los helados, las muecas, las risas amigables, burlescas, irónicas. Las nubes en lo alto del cielo, moviéndose, formando figuras: trompos, lavadoras, licuadoras, la cara de un bebe. De pronto, lentamente cuando iba mirando las figuras de las nubes vio como la cara del bebe fue mutando, alargándose en un lado, luego en el otro, en el otro y en el otro, deshaciendo el circulo convirtiéndolo en un rectángulo. Observó atento. Parsimoniosamente, otro rectángulo dentro del rectangulo iba tomando forma. Una puerta, con manilla redonda, una ventana, una pared, luego otra y otra y otra, un tejado difuso. Su cara, impresionada bajo las nubes, completó la figura: Una casa. Miró al cuaderno
“No es lo mismo partir buscando que buscar partiendo= Quiasmo. Tampoco es lo mismo casa y hogar= sinónimo”
Mareado, luego de haber estado tanto rato pensado. Se paró de la banca y caminó hacia la esquina. Miraba a los alrededores, los autos, las motos, los semáforos, la gente caminando de arriba abajo, todo lo veía revolviéndose. Le vinieron nauseas se sintió aturdido. Respiro aire, trató de calmarse, poco a poco fue recobrándose.
Caminó hacia un local de comida natural. No lo podía creer, en la fila de espera, en las inusales cotidianidades de la vida, estaba el hombre. El enigmático conductor. impactado, se acercó hacia el, le tocó el hombro.
-¿Hola, como estas?- le dijo acelerado
La fila fue avanzando
-Hola. Muy bien y tu. Veo que el destino nos ha vuelto a juntar
El hombre estaba a solo dos puestos de ser atendido
- El destino, si el destino, es impresionante la vida- decía rápidamente, atropellando las palabras- ahora, hace un rato- subió el tono de la voz- estaba en la plaza y tenía hambre y me senté en la banca y me puse a observar la vida, pero mas que mirar hacia fuera, pensé y pensé y de apoco, lentamente- subía y bajaba el tono de su voz- su imagen, si tu imagen, se me vino a la memoria y fui recordando lentamente esa profunda conversación que tuvimos, cuando me llevó, hace un par de días atrás, no recuerdo cuantos, pero creo que no importa, si no importa y me acuerdo que yo le hablaba sobre el tiempo, como que salió ese tema a flote y usted me dijo que no era lo mas importante y fui pensando en eso, me dí vueltas y vueltas pensando y logré llegar a la conclusión que el tiempo no existe… El tiempo no existe. Después de haber llegado a esa reflexión, fui mirando hacia el cielo y miré las nubes, vi distintas figuras y después vi una casa- dijo enfáticamente mirándolo a los ojos- La vida, la vida es muy loca, cada vez me sorprende más…
El tipo se quedó para adentro, sorprendido de las causalidades de la vida. Se alegró de que ésta le fuera indicando sola el camino.
- Viste, hay muchas cosas que se nos escapan de las manos- hizo una pausa, lo miró profundamente a los ojos y le dijo- ¿Y encontraste lo que buscabas?
-No, no sé, me parece que no, creía que este lugar era el que buscaba, al que mas quería llegar pero- se rascaba la nuca, revolviendose el pelo- resulto ser casi igual a todos los lugares. Partí hace un mes, pasé por un montón de lugares, encaminándome para acá y al llegar aquí me di cuenta que era lo mismo que los demas lugares. Y que talvez, lo que busque nunca lo encuentre.
- Sigues buscando en el lugar equivocado
La fila fue avanzando y al comprender el hombre que la comida podía esperar, se salió de la fila y le dijo al joven.
-La vida, contiene mucho más que meras casualidades. Yo les llamo causalidades, las cosas pasan por algo y constantemente nos suceden cosas. Hay algunos que están más despiertos para recibirlas mientras otros siguen dormidos. Hoy, la vida te fue acercando a la respuesta que tanto buscas, me lo acabas de contar...
- ¿Qué?, ¿que cosa?- dijo el joven, sorprendido y nervioso
- La casa, la figura que viste en las nubes… o tal vez el hogar, depende como tu quieras llamarlo. Claro que como te dije anteriormente, cada una tiene un sentido distinto, lo que define a cada una de ella es lo que se encuentre en su interior, no en su fachada. Hasta ahí no mas puedo llegar, no puedo seguir ayudándote en la búsqueda de tu camino, el cielo me lo impide.
Se acercó al joven, le dio un cariñoso abrazo, se acercó a su oreja y le dijo.
-La vida sola te indicará cuando será el momento de que comprendas, tal vez en este viaje no encuentres el sentido de tu búsqueda y puede que la encuentres en el lugar que menos esperas, tal vez en otro viaje o en algún otro episodio de la novela de la vida.
Se soltaron y se despidieron. El joven caminó de vuelta a la plaza y en el camino se le vino una iluminadora frase a la cabeza. Sacó su cuaderno y anotó lo último del viaje.
Por un momento, el joven se sintió frustrado por no conseguir lo que partió buscando pero al paso de los días, la tristeza fue desapareciendo por lo que buscando partió y que poco a poco se fue dando cuenta. Muchas veces el partir buscando, engaña su quiasmo pero el buscar partiendo en vez de confundirlo y engañarlo, lo hace cada vez más claro.
Pasaron los días... Al comprender que ese viaje no le daría la respuesta, partió. Llegó a su casa, se acostó en su cama mirando al techo y lentamente su mente comenzó a girar. Fue girando y girando cada vez más rápido, como una rueda de bicicleta que va acelerando. Se acordó de lo último que escribió en el viaje y sacó su cuaderno para releerlo. Fue a su mochila, buceó entremedio de la ropa, vio el cuaderno, lo agarró, lo abrió, vio los garabatos que tenia anotado en las primeras páginas, el titulo de una posible novela, algunos párrafos, sonrió al acordarse de aquellos momentos, personas y lugares, su mirada se volvió melancólica, cambió de página y vio anotado
“No es lo mismo partir buscando que buscar partiendo= Quiasmo. Tampoco es lo mismo casa y hogar= sinónimo”
Le volvieron un montón de recuerdos a su memoria. Cambió la página y finalmente llegó a la última frase que escribió.
“Cuando mas me alejaba de mi casa mas me acercaba a mi verdadero hogar”
Algo le sugirió pero mas que aclarar su vida solo fue una frase, una pequeña frase, una escritura de algo que pensó en algún momento sin entender por qué.
Algunas personas viajan, se dirigen por lugares, buscan diversión y buenos momentos. Otras personas, viajan y buscan un sentido a la vida -Como los que escribimos libros y anotamos cosas que un principio no entendemos. Viene el bloqueo, el desgano, la crisis y luego sólos y con ayuda de la vida, vamos llegando hacia el preciado final-...Algunos vuelven como salieron, otros vuelven cambiados y mas despiertos.Los que viajan queriendo encontrar la esencia muchas veces yerran su caminó y buscan por los lugares mas lejanos, mas externos… No es lo mismo partir buscando que buscar partiendo. Al buscar partiendo de alguna u otra forma volvemos al hogar. Al interior esencial…