martes, 3 de agosto de 2010

Gritos al vacío

12 de marzo 1982

Lo había visto un par de veces caminando alrededor de la facultad. También lo había visto en el casino, almorzando, tomando una “Free”, siempre con una “Free”. Hoy, cuando estaba en el paradero, esperando la micro, sentí que alguien me tocó el hombro, me di vuelta y era él. Andaba con su típica chaqueta de cuero café gastada, totalmente taquilla y su pelo desordenado a lo chico rebelde. Hablamos por un rato, luego llegó mi micro y tuve que partir. Se despidió de un apresurado beso en mi mejilla y me dijo cerca de mi cara que había sido un placer conocerme.



17 de marzo 1982

Es increíble lo rápido que se ha ido dando todo. Ayer me invitó a salir. Fuimos al Apartamento de un amigo de él que está enfrente del cerro Santa Lucía, el descueve. Fue nuestra primera cita. Me pasó a buscar a las ocho en punto a la casa, me encantan los hombres puntuales, tienen todo bajo control. Entró, saludó educadamente a mis padres que tomaban la once y les dijo que me traería de vuelta antes de la doce. Cuando dijo eso, me reí internamente, me imaginaba como la cenicienta de Las condes. Antes de bajarnos donde su amigo, fue grosso, aparcó su auto en una calle de poca bulla. Metió la mano en su banano de cuero y sacó un pito. Me preguntó si fumaba y yo le dije que sí, que a veces. Le mentí. Lo prendió, aspiró fuerte y tiró relajado, el humo en el aire. Me lo pasó a mí, aspiré y me puse a toser como enferma. El se río de mí y me dijo que era una principiante, lo dijo con ese tono de voz grave que hace estremecer mi piel y yo le dije, también riendo, que nada que ver, que él era el principiante y que no sabía nada de la vida y él me respondió “ahah” y yo le decía “Si po, así no mas” y él se acercaba hacia mí y yo le miraba su cara, apreciaba su nariz bien definida, sus labios delgados y él se acercaba, lentamente, respiraba cerca mío y el pito se consumía solo, en el cenicero y cubría todo el auto con una espesa nube de fragancia potente y él se acercaba cada vez más, cerramos los ojos en cámara lenta y nos besamos.
Con su amigo, hablaron por largo rato de el tema de unas fotos, así lo escuche detrás de la puerta de la cocina, cuando fui a ver por que se demoraba tanto.






Dio vuelta la página y se saltó varias hojas más. Agarró su taza de café y dio un pequeño sorbo que calentó su cuerpo. Miró hacia abajo y continúo leyendo.






20 de junio 1982

Pablo, ahora todo lo que hago gira o tiene la etiqueta de él. Ayer me dijo que nos fuéramos a tomar un café después de clases, pero lo extraño fue que mientras conversábamos de lo mejor, llegó su amigo que vivía en Santa lucía, jadeando, parecía que había corrido varios kilómetros y le dijo, acelerado, que debía hablar con él. Pablo lo miró preocupado, como si entendiera al tiro de que se trataba. Me miró a los ojos, con esa mirada misteriosa y me dijo que se tenía que ir. Me dio un beso húmedo en los labios y partió…



22 de junio 1982

Estoy segura que Pablo me está escondiendo algo, lo noto en su mirada y en la forma en que esquiva constantemente mis preguntas sobre el hecho de su abandono en el café.



29 de junio 1982

Me decidí a seguirlo sin que él me viera. Lo seguí desde la salida de la universidad hasta donde iba. Llegó a un edificio antiguo, en el umbral intercambió palabras con unos tipos mayores que se veían preocupados por algo, miraban de un lado a otro como si estuvieran realizando un acto de baja moral. Pablo, le pasó un sobre y ellos le dieron un fajo de billetes que se guardó inmediatamente en el bolsillo izquierdo de su chaqueta de cuero. Miles son las preguntas que me rondan en estos momentos por la cabeza ¿Qué hacia Pablo junto a esos tipos vestidos de ternos elegantes? ¿Acaso será un traficante de drogas?







Llamaron a su puerta, la abrió y entraron dos tipos con ternos negros. Decidirían si la prisionera era culpable o inocente. Les dijo que estaba ocupado y que volvieran en un rato mas, les pidió que se retiraran. Se sentó en su escritorio, cambió varias veces de página y continúo leyendo.









13 de julio 1982

Pablo anda extraño…




19 de julio de 1982

Por extrema curiosidad, me decidí a seguirlo nuevamente, caminé varias cuadras detrás de él. Acto seguido, lo vi esconderse detrás de un árbol, sosteniendo una cámara fotográfica enfocando hacia el interior de una casa de fachada oscura. Sacó varias fotos, veía como cargaba foto tras foto y luego disparaba. De pronto, se dio vuelta y miró hacia donde estaba yo. Me agaché y dejé de mirarlo, sentí sus pasos viniendo hacia mi, me metí debajo del auto que estaba escondida y vi sus zapatillas pasar de largo.

21 de julio de 1982

Hoy estuve donde Pablo.Lo Hicimos arriba de su cama. El sexo junto al él, aunque suene cursi, es alcanzar el paraíso. Pero por la mierda, algo me dice que anda en algo raro, no me deja tranquila. Cuando acabamos, se levantó y fue a la cocina a buscar algo para comer. Miré hacia el lado y vi su velador. Miré para ver si venía y abrí silenciosamente el cajón, hurgué dentro de él y encontré unos sobres. Me llamaron la atención inmediatamente. Abrí uno sin emitir sonido y me hallé unas fotos adentro, en las fotos se veía el interior de la casa que me lo tope fotografiando mientras lo seguía. No se veía nada muy claro, pero hice un esfuerzo para tratar de descifrar lo que había en aquella foto, saqué mis lentes, me los coloqué, incliné la cabeza un poco más adelante y me encontré con algo horrible, terrible, había una mujer, desnuda y esposada mirando hacia el suelo…


22 de julio de 1982

No logré dormir ni un poco. No dejo pensar en la imagen de la mujer…
Tengo ganas de encarar a Pablo y preguntarle que sucede, en que anda metido… Cuando lo vea, le contaré la verdad, que me metí dentro de su cajón y encontré unas fotos macabras. No sé, no sé, tal vez se enoje por que revisé sus cosas. En una de esas es un ramo para la universidad, ese de fotografía posmoderna.


24 de julio de 1982

Ayer, Pablo llegó bastante preocupado a mi casa. Estaba viendo Sábado Gigante, cuando de repente escucho que golpean fuertemente a la puerta. Voy, bajo las escaleras, y veo por el cerrojo que es él, se notaba bastante nervioso. Le abro, me da un beso en la boca y me dice que tenemos que largarnos, que agarremos nuestras cosas y nos vayamos lo más lejos posible y que lo perdone. Yo le dije que se sentara, le llevé un vaso de agua y le propuse que se calmara y que me contara que sucede. Respondió que no podía contarme aun, pero cuando las cosas se calmen me lo iba a contar todo.
No paraba de mencionar el nombre de Krosechof, Krosechof… También creo que dijo un acrónimo que empezaba con C y terminaba con I.

Después de eso, hicimos el amor en la alfombra del living. Mis padres estaban en una comida.
No le dije nada sobre las fotos, soy una imbécil, una cobarde.



28 de julio de 1982

Sofía estas rara” me dijo mi madre hoy en el almuerzo familiar.








Bostezó, tomó otro sorbo de su taza de café y avanzó varias páginas más.







4 de agosto de 1982


No dejo de pensar en Pablo. ¿En que anda metido? Hoy me pidió disculpas por la escenita de la otra vez en que dijo que nos marcháramos. Yo le pregunté en que andaba y él me dijo que en nada, que no me preocupara, que había sido una exageración lo del otro día y que estuviera tranquila. No estoy tranquila, apenas lo vea le sacaré en cara lo de las fotos. Quizás de eso hablaba con su amigo el primer día que salimos, de esas fotos…

7 de agosto de 1982

Pablo dijo que me vendría a ver, dijo que llegaría como a las siete de la tarde y ya son las 8:30 pm y no tengo ninguna noticia de él.



8 de agosto de 1982

Estoy de cumpleaños, contenta pero preocupada por el hueón de Pablo, desde ayer que no sé nada de él. Hoy en la mañana fui a su edificio. Toqué a su puerta varias veces y no me abrió. Salí, vi la hora y me di cuenta que estaba atrasada. Aceleré el paso. Tomé la primera micro que pillé. Me dejó a unas diez cuadras de mi casa asi que me puse a correr. Estaba atrasada por veinte minutos en pleno toque de queda. Cuando llegué a mi casa, entera sudada, mi madre me estaba esperando con el alma en un hilo. Me vío y me abrazó. Pensaba que me había pasado algo. De ahi, nos sentamos en la mesa del comedor y me cantaron cumpleaños feliz.


14 de agosto de 1982

No creo que haya sido tan maricón de haberme dejado sin decirme nada. Hace una semana que no lo veo por la universidad. Lo extraño demasiado, puede ser que esté haciendo esto apropósito para darse un tiempo y pensar las cosas, claro, que nicagando esto implicaría un quiebre en nuestra relación, de hecho creo que tal vez este tiempo a los dos nos hará mas fuerte, confío en él. Siento que estoy enamorada… Lo único que quiero es verlo, tocarle sus brazos, desabrocharle su camisa botón por botón, agacharme, abrir su cinturón y darle un orgasmo que lo deje tiritando por horas…

Lo extraño demasiado


18 de agosto de 1982


Pablo es un imbécil, un poco hombre, un maricón. Como es que se va y no me dice nada. Creo que esto de las fotos debo contárselo a alguien, no me deja tranquila.






23 de agosto de 1982

Hoy, fui decidida a tocar a la puerta de su casa. Necesitaba saber por que había desaparecido de la noche a la mañana sin decirme nada. Ademas, lo iba a encarar por el tema de las fotos. Nadie respondió… Estoy preocupada… No tengo un buen presentimiento de todo esto. Estoy sola en mi casa, echada sobre mi cama, esta todo oscuro, apenas puedo ver lo que escribo. Se cortó la luz hace veinte minutos. Una vela prendida es lo único que ilumina esta pieza. Escucho ruidos extraños. Hace días que no sé nada de Pablo, he preguntado en la facultad y nadie tiene idea, nadie sabe nada, nadie hace nada. Escucho los perros ladrar, veré que sucede…






El agente, finalmente se decidió a cerrar el libro. Se puso de pie y caminó hacia afuera de la pieza. Llegó a un pasillo y dijo algo al oído a unos tipos. Estos le afirmaron inmediatamente su petición. Caminaron por el pasillo, se colocaron alfrente de la puerta. Uno sacó una llave de su bolsillo y la puso en la cerradura, sacó el pestillo, giró la manilla y vio a una mujer en ropa interior, amarrada, con un bozal en su boca, emitiendo un ruido molesto. Se acercaron los dos tipos hacia ella, la tomaron bruscamente de los brazos y la llevaron hacia otra pieza. La tiraron al piso como a un animal. Luego, se abrió la puerta y un tipo con traje elegante, sostenía a Pablo. Lo amarraron a una silla y le hicieron presenciar a la fuerza, en asientos de primera fila, como se violaban a Sofía.

-No te gustaba espiarnos conchetumadre a ver si es que los rusos te sacan de esta- dijo el agente mientras se bajaba los pantalones enfrente de la cara de Sofía- Con la C.N.I no se juega.

Los gritos de dolor y sufrimiento nunca fueron escuchados por la gente que paseaba por afuera de aquel edificio.

1 comentario:

  1. Felipe: me encanto el cuento, esta muy bien escrito y es claro , aparte el tema es tenso y emocional y te felicito por meterte en la mente femenina , me rei mucho en las entradas de el diario donde puteaba a pablo, tipico de la mujer jajaja.
    sigue escribiendo ;)
    besos

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